COMENTARIO SARTRE

    El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada.

(INTRO) Nos encontramos ante un texto proveniente de la conferencia Qué es el existencialismo, pronunciada por Sartre en 1946 en París, donde expone las ideas filosóficas básicas de la corriente existencialista, muy en boga en la Europa de postguerra y especialmente en Francia.  

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(IDEA) La idea central del texto parte del intento de Sartre de definir su pensamiento frente a otras formas de existencialismo cristianas y de corte religioso: la diferencia entre existencia y esencia y la interpretación del ser humano (la subjetividad, la condición humana) como el único en el que la existencia precede de la esencia, haciendo aquí referencia también a otro autor existencialista como es Heidegger (filósofo alemán de la misma época).

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(SENTIDO) El hecho de que el ser humano sea definido bajo esas condiciones significa que el ser humano es pura existencia (para sí, en el lenguaje filosófico del Ser y la Nada). Concebirlo de esta forma significa que la existencia es la condición de posibilidad previa para que el hombre después pueda tener una esencia determinada (ser algo). Esto implica dos cosas que Sartre ya ha comentado previamente en el texto.

Primero, que el hombre no ha sido creado por ningún Dios (y eso posiciona a Sartre en el ateísmo más estricto), puesto que si el hombre fuese creado por Dios, ya contaría con alguna esencia cerrada que le convertiría en un objeto más de la creación, con un fin y un sentido para su vida determinado de antemano, y no nos diferenciaríamos de un pisapapeles o un lápiz.

En segundo lugar, que Sartre renuncia a cualquier definición cerrada del hombre hecha por autores previos a él y marcadamente ateos o agnósticos: el hombre entendido como ser racional (como la Ilustración), como ser biológico (Darwin), o marcado por su trabajo (Marx). Estos autores, según el existencialismo, caen en el mismo error: dan una esencia al ser humano universalizable y determinada de antemano.

En consecuencia, Sartre ofrece una visión vacía del ser humano (y por eso Sartre hará mención a la palabra "nada", al final del texto), pero no quiere decir que no podamos aportar ningún concepto a esa definición formal. Si el hombre nace como existencia, quiere decir que su esencia está abierta hacia el futuro. Eso significa que el hombre se entiende como un PROYECTO POR HACERSE, en el que la esencia solamente se hace conforme nosotros avanzamos en nuestra propia existencia. De aquí podemos extraer dos consecuencias:

Primero, que el hecho de ser proyecto el hombre es por su esencia metafísica, LIBRE. Esta libertad no se entiende en un sentido político o psicológico, sino en su perspectiva más profundamente filosófica. El hombre al ser proyecto, elegirá consciente o inconscientemente el camino que desee hacer con su vida. Pero esta libertad absoluta tiene sus propios incovenientes: puesto que el hombre es totalmente libre, la responsabilidad por lo que vayamos a optar recae completamente sobre nosotros, sin poder hacer intervenir a Dios, el estado u otra persona. Esto genera ANGUSTIA, el temor continuo en un ambiente relativista (cualquier proyecto es válido) y nihilista (Dios ya no existe para garantizar el camino correcto) a que el hombre se equivoque en su elección, y al mismo tiempo haga equivocar a otras personas. Sartre sostiene que el proyecto que deseamos hacer no solo nos involucra al individuo, sino a la humanidad entera (un nazi, un cristiano o un comunista deseará que los demás piensen como él, por ejemplo).

Esto nos acerca peligrosamente al ABSURDO y al NIHILISMO (la vida tal vez no tenga sentido, excepto el que le queramos dar nosotros). La única salida que ofrece Sartre al respecto es intentar volver a cierta ética del deber, en la que debemos considerar al resto de los seres humanos como proyectos que deben respetarse por sí mismos, y nunca tomarlos como medios para nuestro propio proyecto o visión del mundo. Esto acercaría a Sartre a posiciones cercanas al imperativo categórico de Kant (trata a los demás como un fin y nunca como un medio), aunque sin darle el carácter racional y definitivo que propone el autor ilustrado.       

 (TÉRMINOS)

Pasamos a analizar los siguientes términos del texto:

"Nada", hace referencia en Sartre a la única definición posible de la realidad humana. Nada significa que el hombre puede ser todo, es decir, que nacemos sin esencia predeterminada y por lo tanto, lo convertimos en proyecto por hacerse. Esto es el "para sí" (abierto y metafísicamente libre) frente al "en sí", cerrado esencial. Hay que hacer especial hincapié en que la nada en Sartre  no tiene el elemento nihilista de Nietzsche, de ausencia de sentido, sino que el nihilismo será una consecuencia posterior.