1.
El reino de Castilla y León.
Después
de la ocupación del valle del Duero, la capital del reino de Asturias fue
trasladada a León por García I, más cerca de la frontera musulmana y no tan
aislada como la costa cantábrica. Entre los siglos XI y XIII los reinos de León
y de Castilla llevaron a cabo una serie de campañas militares que movieron la
frontera desde el Duero hasta el Guadalquivir. En este proceso, a veces los dos
reinos estaban unidos y otros separados , dependiendo de la sucesión de los
reyes feudales (a veces el reino era dividido entre diferentes hijos, otras
veces se unían de nuevo por matrimonios o por la muerte de los reyes, como
ocurrió en la época del Cid Campeador). En 1230, ambos reinos quedaron
definitivamente unidos bajo el rey Fernando III. Los reyes, por otro lado, no
eran gobernantes con poder absoluto: la mayor parte de las veces dependían de
sus buenas relaciones con la nobleza, pero ganaron independencia con la
fundación de nuevas ciudades que dependían de ellos y pagaban impuestos.
En
1085, después de la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI de Castilla, los
reyes cristianos empezaron la reconquista del valle del Tajo. En 1147 fueron
capaces de tomar Lisboa, pero en ese mismo periodo Portugal se convirtió en un
reino independiente. Durante el siglo XII, las invasiones musulmanas hicieron
que la frontera cambiase frecuentemente de lugar, y llevaron a un equilibrio de
fuerzas entre cristianos y musulmanes. Sin embargo, en la batalla de Navas de Tolosa en 1212 y la
consiguiente victoria de la alianza cristiana sobre los almohades significó el
fin de cualquier intento musulmán por recuperar la hegemonía en la península
ibérica. La mayor parte de Extremadura
fue reconquistada como consecuencia de esa importante victoria por el rey Alfonso
IX. Cáceres, Mérida, Badajoz o Trujilo serán definitivamente cristianas entre
1223 y 1230. En pocas décadas los valles
del Guadiana y el Guadalquivir serán conquistadas y Sevilla, la principal
ciudad musulmana del sur de España, será cristiana a partir de 1248. Solo el
pequeño reino de Granada permanecerá musulmán hasta el final del siglo XV
(1492).
La repoblación Cristiana en Castilla.
Una
consecuencia de la Reconquista fue la necesidad de repoblar con población
cristiana los nuevos territorios y reemplazar el gobierno musulmán por el
cristiano. Aquí encontramos tres etapas en este proceso complejo:
-
La
repoblación del valle del Duero (siglo IX-X), fue hecha por campesinos libres
que venían del norte y que ya vivían en sus bordes. Estos reyes otorgaron fueros a las nuevas ciudades (Ávila,
Salamanca, Zamora, Cáceres), con privilegios reales y la capacidad de crear sus
propias leyes, fuera del control de los nobles.
-
La
repoblación del valle del Tajo y Guadiana (siglo XI-XIII). Aquí la población
cristiana era escasa, y los reinos crearon órdenes
militares para controlar estos
territorios (Alcántara, Santiago, Calatrava). La posesión de la tierra se
concentró en pocas manos y la nobleza ganó inmensos territorios y riqueza,
creando latifundios (grandes propiedades). La mayor parte de los campesinos no
eran libres, sino dependientes de estos nobles, y solo había unas pocas
ciudades con fueros (Plasencia, Cáceres, Badajoz…).
-
Finalmente,
el valle del Guadalquivir fue conquistado y la mayor parte de la tierra se dio
a la nobleza en forma de repartimientos. Aquí una parte importante de la población
permaneció musulmana y la propiedad de la tierra fue todavía más concentrada en
pocos nobles que en el resto del país.
2.
El reino de Aragón y la expansión por el mediterráneo.
Durante
el siglo XII, la corona de Aragón empezó su expansión por el valle del Ebro.
Después de tomar Zaragoza, Alfonso I de Aragón fue capaz de unir todos sus
territorios de Aragón y Cataluña bajo un único reino. Sin embargo, este reino
era más una federación que un estado centralizado por un rey fuerte como
sucedía en Castilla. Esto significaba que Cataluña sería capaz de mantener sus
propias instituciones y libertades independientes.
En el siglo XIII, Aragón completó
la conquista de Valencia y de las islas Baleares bajo el rey Jaime I. Aquí
acaba la Reconquista, puesto que la expansión hacia el sur fue cortada por la
conquista castellana del reino de Murcia. Desde ese momento en adelante, la expansión de Aragón tendrá lugar en el
mediterráneo.
La corona de Aragón adquirirá
territorios a lo largo del Mediterráneo en el siglo XIII y XIV. Progresivamente
ocuparán el sur de Italia (Cerdeña, Sicilia y Nápoles) e incluso por un breve
periodo de tiempo gobernarán Atenas en Grecia. Las causas de esta expansión no
son debidas únicamente a necesidades políticas o militares: había también
importantes razones económicas. Barcelona
se estaba convirtiendo en un importante centro comercial y el control político
del mediterráneo occidental significaba que todas sus rutas comerciales estaban
también bajo su poder. Esta expansión se prolongó incluso en épocas de crisis.
3. Política, sociedad y economía en los reinos
cristianos.
Política: las monarquías cristianas.
Como
resultado de la guerra, los reyes cristianos se hicieron más poderosos en
términos políticos y militares que el resto de los reinos europeos. Las
conquistas y campañas de saqueo les dieron un poder extra que después del siglo
XI les hicieron lo suficientemente poderosos para pedir impuestos o parias a
los ricos pero debilitados reinos musulmanes. La fundación de nuevas ciudades
les dio un soporte importante contra los intereses de la nobleza.
Sin
embargo, la monarquía nunca fue absoluta o todopoderosa, y su poder estaba
limitado. Ellos dependían de buenas relaciones con la nobleza, y después del
siglo XII, del acuerdo con las Cortes (el parlamento). Las cortes eran
reuniones donde la nobleza, la iglesia y los representantes de las ciudades más
importantes eran convocados por el rey y discutían sobre las decisiones del
mismo (impuestos, leyes, guerras…). Las más antiguas de Europa corresponden a
las del reino de León (Cortes de León de
1188). Pocos años después, todas las monarquías europeas dispondrán de sus
cortes.
Sociedad: la mezcla de tres culturas.
La organización social y
económica de los reinos cristianos era bastante similar a la que podemos
encontrar en Europa en ese tiempo:
-
Una
sociedad feudal basada en complejas relaciones entre la nobleza y los reyes
(vasallajes), donde los nobles rendían homenaje a los reyes y a cambio recibían
tierras.
-
Una
sociedad jerarquizada (tres estados) basado en la distinción entre grupos
privilegiados (nobleza e iglesia) y los no privilegiados (campesinos y
burgueses –mercaderes, artesanos).
Sin embargo, el proceso de
reconquista marcó diferencias con Europa.
a)
El proceso de reconquista condujo a remarcar la importancia
de los valores de la nobleza y de la
religión. En muchas ocasiones, era una guerra santa contra infieles y la
iglesia ganó una relevancia muy importante en la sociedad. Como consecuencia de
la guerra, la fortaleza militar de los reyes era más efectiva que en otras
partes de Europa. Los saqueos y los impuestos pagados por los musulmanes tras
el siglo XI, dieron a los reyes dinero extra para incrementar su poder.
b)
Después de reconquistar los nuevos territories, los
cristianos tenían que compartir su vida con población no cristiana: musulmanes (mudéjares) y judíos. Estos
dos grupos eran muy numerosos en el sur, y condujero a una sociedad
relativamente tolerante de tres culturas que duraría al menos hasta el final de
la edad media. Los mudéjares solían ser gente pobre, principalmente artesanos o
campesinos, mientras que los judíos, por otro lado, eran extremadamente
importantes y muy ricos. Los judíos eran los principales comerciantes y
mercaderes de Castilla, y solían prestar dinero a los reyes castellanos para
sus campañas militares.
Economía: Castila y Aragón.
CASTILLA: la economía de la
península ibérica estaba basada fundamentalmente en la agricultura. Esto era
especialmente importante en Castilla, que desde el siglo XIII en adelante
comenzó a exportar lana a Europa y mantendría este comercio hasta el siglo XVI.
Este mercado fue impulsado por los reyes, y Alfonso X crea la Mesta, que es una
poderosa asociación de ganaderos (principalmente nobles y la iglesia). La mesta
creó rutas de ganado trashumante (que se mueven de un sitio a otro) a lo largo
de toda Castilla y provocó grandes centros de exportación como Burgos.
ARAGON: Barcelona fue capaz
de convertirse en un importante puerto comercial y una de las ciudades más
grandes de todo el Mediterráneo. Cataluña no exportaba materias primas, como
Castilla. Esta región desarrolló una importante
industria texti, y el control del mediterráneo le daba un mercado seguro
donde poder vender sus productos. Cataluña exportaba su producción artesanal al
sur de Italia y el norte de África, y era lo suficientemente importante como
para abrir rutas comerciales con el Atlántico y el Mediterráneo oriental.-
Como resultado de esto, la
sociedad catalana fue diferente de la de Castilla. Una poderosa burguesía
comercial se alzó en Barcelona y tomó el control de la ciudad, desplazando a la
nobleza en las decisiones políticas. Los comerciantes de Barcelona, y no los
nobles, fueron los principales responsables de la expansión por el
mediterráneo.
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